Las cucarachas tienen una gran importancia en la Salud Pública ya que son invasoras y omnívoras. Son vectores naturales de patógenos que pueden ser viables durante días o semanas en sus heces, tubo digestivo y tegumento. Las cucarachas transportan los patógenos y los depositan por todas partes. Sus excrementos y mudas también contienen numerosos alérgenos que afectan ojos, piel o producen asma, aunque de momento no están asociados con enfermedades epidémicas. Algunos ejemplos de patógenos transportados por las cucarchas son:
Bacterias:
Clostridium spp que provoca gangrenas, Escherichia coli produce diarreas o salmonella que provoca gastroenteritis.
Hongos:
Aspergillus spp que provocan neomicosis, broncomicosis y otomicosis
Helmintos:
Son gusanos patógenos que provocan triquinosis, se han detectado sus huevos en las heces de estos insectos.
Protozoos:
Pueden desencadenar principalmente enfermedades como la amibiasis y giardiasis.
Virus:
Las cucarachas son solamente vectores mecánicos de virus, como el de la polio.
Bacterias:
Clostridium spp que provoca gangrenas, Escherichia coli produce diarreas o salmonella que provoca gastroenteritis.
Hongos:
Aspergillus spp que provocan neomicosis, broncomicosis y otomicosis
Helmintos:
Son gusanos patógenos que provocan triquinosis, se han detectado sus huevos en las heces de estos insectos.
Protozoos:
Pueden desencadenar principalmente enfermedades como la amibiasis y giardiasis.
Virus:
Las cucarachas son solamente vectores mecánicos de virus, como el de la polio.